Érase una vez una mujer llamada Zamira que vivía con sus tres hermanastras. Zamira trabajaba haciendo las camas, barriendo, etc. Un día sus hermanastras hablaban de la fiesta que iba a celebrar el príncipe para elegir esposa y estaban muy contentas porque iban a ir y Zamira no. Ella quería, pero las hermanastras no le dejaban así que la pobre se quedó sola, triste y llorando. Pero entonces vino un hada que le dijo:
-¿Qué te pasa?
Y ella le contestó:
-Es que yo quiero ir a la fiesta del príncipe y ni tengo vestido.
Entonces el hada sacó una varita e hizo magia: Zamira tenía puesto un vestido muy bonito y unos zapatos de cristal. Se fue en una carroza, pero le dijo el hada que a media noche tenía que volver porque el hechizo se rompería.
Zamira se fue muy contenta y se encontró con el príncipe y estuvieron juntos toda la noche. Así que llegó la media noche y se fue rápidamente hacia la carroza y el tacón se le cayó. El príncipe lo recogió y le preguntó que adónde iba y ella no le contestó. Así que el príncipe estuvo días buscándola y propuso que la que tenia ese tacón se casaría con él. Así que la encontró y se caso con ella.